Ayer, de manera sorpresiva, el presidente volvió a hablar por cadena nacional. ¿Para qué lo hizo? No hubo ningún anuncio de relevancia. ni siquiera nos volvió a “deleitar” con sus “filminas”. ¿Extrañaba acaso el traje de “tío bueno que da consejos”  o el de “comandante en jefe”, como lo caracterizó Mario Negri en el inicio de la cuarentena? ¿Se ve venir una nueva crisis por la llegada de la segunda ola, la aceleración de los contagios, la falta de vacunas y la lentitud en la campaña de vacunación? ¿Nos está preparando a todos para volver a la fase uno? ¿Estaba grogui y necesitaba recuperar, aunque sea durante menos de 15 minutos, el centro de la escena?

¿Fue para correr de cuadro y quitarle relevancia a la presentación de primer tiempo, el libro de Mauricio Macri? ¿Quería decir “acá estoy” después del profundo desgaste que le produjo la salida de Marcela Losardo y su reemplazo por Martín Soria? Hablando de Soria, de Sergio Berni y de los modos violentos y a las trompadas que tienen ambos ministros de hacer política ¿Alberto decidió salir en cadena para aplacar una interna de poder que amenazaba con transformarse en otro gran escándalo? Ayer, después de la bravuconada de Berni contra Sabrina Frederic y su segundo, Diego Villalba, medio gabinete salió a respaldar a la ministra de Seguridad, incluida Elizabet Gómez Alcorta, titular del ministerio de la Mujer. el tuit que escribió no fue sutil. felicitó a Frederic y su equipo por haber encontrado a la chiquita m. “que ningún violento empañe el alivio de haberla hallado con vida”. dicho sea de paso pregunto: ¿La vice presidenta no tiene nada que decir sobre las bravuconadas y los ataques a las mujeres tanto de Berni como de Soria? Habrá más informaciones para este boletín.

Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia