El 17 de julio de 2008, horas después de que el senador nacional Julio Cobos pronunciara la histórica frase “mi voto no es positivo” el entonces jefe de gabinete, Alberto Fernández, tuvo que llamar al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, para que convenciera a su par, Cristina Fernández, de que no era necesario renunciar por haber perdido la batalla de la 125. Esa madrugada Alberto Fernández quedó muy impresionando. Tanto, que fue entonces cuando empezó a pensar en preparar su retirada del gobierno, desplazamiento que se produciría menos de una semana después.

Había llegado a la residencia de Olivos muy temprano. La escena política con la que se encontró fue inolvidable. Néstor Kirchner gritaba, a los cuatro vientos: “¿Quieren quedarse con el gobierno? ¡Se los tiramos ahora mismo por la cabeza! ¿Cobos Clarín y Duhalde quieren quedarse con el gobierno? ¡Nos vamos ahora mismo, vamos a ver durante cuánto tiempo pueden seguir gobernando! Carlos Zannini, entonces secretario Legal y Técnico de la Presidencia, miraba la dantesca escena, mudo. Al final, fue Lula quien terminó de convencer a Kirchner y a Cristina Fernández que la renuncia sería un despropósito. Que una derrota legislativa, por más impactante que fuera, no sería suficiente para sacarlos del poder. “El clima era de locura. Se había perdido la cordura política. Por eso terminé renunciando. Porque el gobierno se quedó sin brújula”, contó, más de una vez, sobre ese histórico momento. Ahora, el que parece perdido la brújula es él. Empujado a la confrontación por un grupo de extremistas políticos que se ven a sí mismos como los dueños de la verdad absoluta, está perdiendo la cordura política, y va hacia un choque de frente con una buena parte de la sociedad. Incluso, con muchos de los que lo votaron, en octubre de 2019. Ojalá, antes de que empiece el incendio, recuerde una vez más porqué se fue del gobierno de Cristina y empiece a ejercer la presidencia de manera cabal, y no como lo está haciendo desde que asumió.

Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia