El montaje del oscuro negocio de los hisopados en Ezeiza por parte de dos monotribistas militantes; el festejo en tweeter de la ministra Vizotti porque entraron a la Argentina más de 9 millones de vacunas; la presencia del presidente en la pista de aterrizaje durante el arribo de la última partida de Sinopharm y el agresivo y chabacano tuit de la agencia oficial Telam contra el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, bien podrían ser tomados como ejemplos el tiempo histórico que estamos atravesando.

Se trata del peor momento de la historia manejando por el peor de los gobiernos desde 1983 hasta esta parte. Sobre el negocio de los hisopados no hay mucho que agregar a lo que denunció nuestro compañero Diego Cabot, de La Nación. Los accionistas de la empresa no tienen los antecedentes mínimos. Se están haciendo millonarias cuando su capacidad contributiva es la de la categoría más baja. Hay serias dudas sobre la eficacia del test y, como si esto fuera poco, montaron un megaquiosco con un servicio qué bien lo podrían haber realizado funcionarios del ministerio de Salud. Por su parte, la ministra de Salud que festeja con la camiseta de Maradona todavía no explicó a los argentinos porque razón hizo vacunar a sus padres de manera irregular. Sin embargo, cuenta el número de vacunas aterrizadas como si fueran seguidores de tweeter o de instagram. Habría que avisarle que Argentina está entre los países con más atraso en el plan de vacunación. Y lo mismo habría que advertirle al presidente: el imperdonable error que cometió la administración al rechazar a oferta de Pfizer de 14 millones en vacunas sumado al fallido anuncio de que en diciembre habría más de 10 millones de dosis ya puestas en el brazo de argentinos deberían ser motivos suficiente como para llamarse a silencio, en vez de militar la vacuna como si fuera un hincha de fútbol que no ve más allá de sus propias narices. Como los fracasos ya fueron demasiados, Alberto, el gobernador Kicillof y Cristina tienen la esperanza puesta en ganarle la pulseada política a quien eligieron como el nuevo villano de la hora: Rodríguez Larreta. Parece que van a seguir insistiendo con el cierre de las escuelas en la ciudad, aunque las evidencias muestran que no son lugares donde se propaga el virus. Estamos en manos de unos improvisados, pero como ganaron las últimas elecciones ellos se ven a sí mismos como una raza superior. Dios nos libre y nos guarde.

Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia