Ayer, Fernán Quirós me dijo lo mismo que nos había anticipado Daniel López Rosetti hace un par de meses. Que hacia fin de año el COVID se empezará a transformar en algo parecido a una gripe, y que será el comienzo de una nueva normalidad, aunque cada tanto podría haber un rebrote, mucho menos dañino que cuando todo comenzó. El gobierno cree que eso favorecerá su estrategia electoral, porque el clima será más de alivio que de incertidumbre.
En cambio la oposición cree que sucederá todo lo contrario. “La mayoría de la gente se encontrará con que la plata no le alcanza y a eso se le sumará el recuerdo de los vacunados VIP y el desastre que hicieron con Pfizer. Será el momento de hacer el balance después de los más de 100 mil muertos, y los últimos dos años del gobierno de Macri habrán quedado demasiado lejos como para ponerlos sobre la mesa de discusión”. Por lo pronto, el Frente de Todos eligió, esta semana, un recurso de campaña que le permitirá hablar de sus propios errores: meterse en la interna de Juntos por el Cambio, donde hasta ayer se dijeron de todo menos bonito. En las próximas horas, además de rubricar el código de convivencia para dejarse de insultar, que están terminando de redactar Patricia Bulrich y Alfredo Cornejo, Horacio Rodríguez Larreta recibirá los primeros resultados de la encuesta que mandó a pedir. Ayer ya contaba con un anticipo: Diego Santilli superaba a Facundo Manes por cerca de cinco puntos, apoyado en su mayor nivel de conocimiento y la buena gestión del gobierno de la Ciudad. También se aseguraba algo que le preocupaba y mucho: el expresidente Mauricio Macri se mantendrá prescindente, y no moverá un dedo para darle una mano al neurocientífico, como temían algunos asesores de “El Pelado”. Habrá más informaciones para este boletín.
Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia