(Columna de Luis Majul en LN+ - 5 de agosto 2021) Mientras Florencia Peña contrata al abogado mediático Fernando Burlando para correr el eje de la posible violación de una cuarentena en Olivos a un caso de presunta misoginia, se acaba de saber que en el último año el gobierno de los que iban volver para ser mejores “fabricó” 2 millones y medio de nuevos pobres.
Vamos de nuevo: dos millones y medio de pobres nuevos.
Cincuenta estadios de RIver.
Un 25 por ciento del total de los habitantes del conurbano.
Para no ser pobre una familia necesita un ingreso de 63 mil pesos.
En la Argentina más de la mitad de los ciudadanos gana menos que eso.
Mientras el jefe de gabinete Santiago Cafiero habla de la derecha misógina y odiadora todos los días se conocen nuevos casos de conductas machistas por parte de quien hoy la juegan de antimachistas y feministas.
Pero hay algo todavía peor: mientras piden la renuncia de Waldo Wolf y Fernando Iglesias todavía nadie del Frente de Todos, y menos la presidenta del cuerpo, Cristina Fernández, se dignó a presentar ni siquiera una cuestión de privilegio contra el todavía senador en uso de licencia, José Alperovich, quien, según su sobrina, abusó sexualmente de ella.
Mientras ciertos empleados del canal del evasor fraudulento Cristóbal López se suman al coro de indignados, hoy, junto con la enorme cantidad de nuevos pobres, se conoció el dato de los nuevos indigentes. Escuchá bien: desde el primer trimestre de 2020 al primer trimestre de 2021, 1.205.600 personas pasaron a ser registradas en la categoría de indigentes.
¿Sabés que es una persona indigente? Alguien que ni siquiera puede comprar los alimentos de la canasta básica.
Ni siquiera alcanzan a alimentarse bien, porque sus ingresos no llegan a completar los 30 mil pesos.
Y ojo eh: los evasores como Cristóbal López también son parte del problema: solo que ahora gozan de la protección de Cristina y del Presidente y se les perdona todo y más.
Mientas instalan en la agenda temas estruendosos y de alto impacto, hoy en Lomas de Zamora un grupo de personas intentó tomar la municipalidad, en reclamo de más alimentos. Y como si esto fuera poco hace horas, en la ruta 9, a la altura de Zárate, provincia de Buenos Aires, un camión fue saqueado por vecinos de la zona, tal como sucedía durante la hiperinflación de 1989 o la crisis de diciembre de 2001.
De esto, según el manual de estilo de la campaña k, es de lo que no sería conveniente hablar.
De esto, precisamente, es de lo que hay que hablar.