La vicepresidenta Cristina Fernández le habría reprochado al presidente Alberto Fernández no su participación en el festejo del cumpleaños de Fabiola Yáñez en el medio de la pandemia, sino el haber permitido que hayan tomado una foto y el manejo de la respuesta ante la publicación de la imagen. Habría sucedido durante la última conversación que tuvieron. Parece que Cristina, muy enojada, lo habría acusado de arrastrarla en su caída libre.
Ella cree que el jefe de Estado rompió el manual sagrado de cualquier político con ambiciones de futuro: reconoció un error que, en el fondo, contiene una mentira. “A Cristina esto no le hubiera pasado”, me contó un dirigente que tiene trato fluido con ambos. La vicepresidenta carga sobre sus espaldas media docena de juicios por corrupción y lavado de dinero, donde ella aparece imputada y hasta procesada como jefa de por lo menos dos asociaciones ilícitas. Sin embargo nunca se enredó en explicaciones ni detalles de, por ejemplo, su vínculo con Lázaro Báez y Cristóbal López. Solo se dedicó de repetir, hasta el cansancio, que era una víctima del lawfare, la mesa judicial de Macri, los fiscales y los jueces que la persiguen, y el periodismo crítico, y ahora también los fondos buitre que pretendían esquilmar a la Argentina. “Jamás Cristina, por ejemplo, hubiera descargado la culpa o la responsabilidad en Néstor, que ya había fallecido. Eso habría tirado abajo toda la narrativa de la persecución. La habría hecho quedar ante la militancia como una traidora y una mala compañera. Eso, en el peronismo, no se perdona. De eso no se vuelve más”.
Para entender un poco más que piensa la vice sobre el escándalo quizá sea útil leer la carta que acaba de publicar el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni. “Si entregamos a nuestra compañera, es difícil que nos crean”, escribió. O el tuit de los chicos grandes de la Cámpora, quienes se ocuparon de publicar una foto en el mismo salón donde transcurrió la fiestita de cumpleaños de Fabiola, pero durante una reunión bien distinta. La que presidió el ex presidente Mauricio Macri para agasajar a la entonces presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. “Con la mitad de la indignación mediática de estos días aplicada a otras fotos nos hubiéramos ahorrado el endeudamiento de las próximas décadas”. Corroborado que fue que el Presidente mintió, quizá, esta vez el “pero Macri” no les sirva para justificar la violación del decreto que el mismo Alberto impulsó y firmó.
Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia el 16 de agosto de 2021