Una de dos: o viven en otro planeta o no les importa nada y se nos ríen en la cara. Si no, no se explica por qué el Presidente sigue desafiando al Poder Judicial y manda a decir que no cometió ningún delito- como si él mismo fuera su propio juez-; tampoco se entiende por qué Luis D´elía festeja su primer día de libertad ambulatoria con el corte de una tobillera electrónica; y menos se comprende por qué Juan Pablo el Pata Medina, condenado por extorsión y lavado, desobedece a los magistrados y encabeza un acto aunque tiene prohibido participar de cualquier actividad sindical.

En vez de practicar el buen hábito de la prudencia, todos los días exacerban un poco más el ánimo de la sociedad, y encima después nos echan la culpa a los periodistas de agitar los sentimientos de odio.

Y hablando de exacerbados y patoteros. Habiendo tantos profesionales serios ¿Tenía necesidad el presidente de designar como abogado al patotero de Gregorio Dalbón, el mismo que intentó convencer a los familiares de la tragedia de Once que aceptaran dinero del gobierno a cambio de silencio? ¿El mismo que fue echado de las audiencias por faltarle el respeto a una colega de la manera más burda y chabacana que puede haber? Dalbón también es el abogado de Cristina Fernández.

Dime quien es tu abogado y te diré quién eres.

Y dime como te parás frente a la verdad y te diré si puedo confiar en ti.

Ante la foto del cumpleaños de Fabiola, Alberto primero, negó el hecho. Después mintió. Más tarde le echó la culpa a su pareja. Y en las últimas horas le mandó a decir al jefe de gabinete y a su abogado que no había delito. Y como si esto fuera poco, ahora pretende cerrar la causa con una donación de parte de su sueldo, como si la decisión estuviera en sus manos.

¿No se dieron cuenta, que algo se rompió, después de foto, el video y la cadena de mentiras y errores acumulados que vienen cometiendo desde que la fórmula presidencial contra natura asumió? ¿No entienden que lo único que tenían que hacer era conseguir vacunas y aplicarlas en tiempo y forma? ¿No les parece obvio que después de prometer el regreso del asado del domingo no alcanza el “pero Macri” y la pandemia para justificar todo lo que no quisieron o no pudieron hacer?

¿Y encima aparece el ministro Jorge Ferraresi pidiendo la reelección?

¿Te imaginás seis años más de este desbarajuste, con Cristina manejando todo, desde el lugar donde esté, y Alberto tratando de explicar lo inexplicable?