Ayer, después del acto en Tecnópolis, todas las alertas del Frente de Todos se encendieron, juntas. ¿Qué quiso decir el presidente al declarar que nunca iba a traicionar a Cristina Fernández, a su hijo Máximo Kirchner, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa?
Cuando todavía no se acallaron las repercusiones sobre el insólito apoyo del jefe de Estado a la docente adoctrinadora y el oficialismo sigue procesando las infelices declaraciones de la ministra Sabina Frederic y las delirantes afirmaciones de Victoria Tolosa Paz dando por sentado que en el peronismo siempre se garchó, en el Instituto Patria intentaban decodificar qué quiso decir Alberto. ¿Está amenazando con patear el tablero? ¿Es el anticipo de una resistencia del presidente al intento de Cristina de intervenir el gobierno inmediatamente después de celebradas las PASO? ¿Es un tiro por elevación a quienes están agitando el reemplazo del ministro de Hacienda, Martín Guzmán? Mientras tanto, el mundo real sigue girando en una órbita ajena a la interna del Frente de Todos. A partir de hoy de nuevo aumenta todo: el alquiler, los colegios, las prepagas y los cigarrillos también.
Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia del 1 de septiembre de 2021