Una corriente de optimismo de último momento atraviesa a los principales dirigentes del Frente de Todos. En especial, a quienes rodean al presidente Alberto Fernández. Dicen haber recibido dos encuestas, en su mayor parte, presenciales, que ubican al Frente de Todos, en la provincia, superando por más de 8 puntos a la suma de votos de Diego Santilli y Facundo Manes, el próximo domingo. Afirman que, según sus proyecciones, también vencerán a la principal fuerza opositora, en el total de votos a nivel país.
Que lo harán gracias a los votos de la provincia, pero también de la Patagonia y la del Norte de la Argentina, donde el peronismo suele obtener mucha ventaja. Las consultoras que le suministraron la información sacaron conclusiones distintas a las de la mayoría. Les dijeron a los hombres del presidente, por ejemplo, que la reticencia a decir a revelar las preferencias, necesariamente, que vayan a votar en contra del oficialismo. También les informaron que el voto joven antisistema está sobrevalorado. Que es muy probable que mucho de esos jóvenes, en especial los que votan por primera vez, no concurran o voten en blanco, decisiones, ambas que, al final, terminarían favoreciendo al oficialismo.
También son optimistas, aunque no lo dicen abiertamente, porque descuentan que la capacidad de fiscalización de Juntos por el Cambio, en la provincia, será menor, todavía que en diciembre de 2019. “Será una remake de 2019. Una nueva victoria del peronismo frente a los medios que nos habrán vuelto a subestimar” me dijo una de las fuentes consultadas. El alto funcionario supone que ganarán porque la mayoría de los argentinos ya hubo dos pandemias: la del COVID y la del gobierno anterior. Espera con ansiedad el cierre de campaña, a cargo de la vicepresidenta Cristina Fernández.
Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia