A horas de las elecciones de medio término más importantes desde 1983, y en un clima de creciente interés, que hasta hace poco era de apatía, dos preguntas atraviesan a los encuestadores más serios. Las dos tienen que ver con la provincia de Buenos Aires. Una: ¿hay un alto porcentaje de votantes que se manifiesta indeciso pero, que, al final, va a optar por el Frente para de Todos? Dos: ¿está creciendo, por el contrario, un voto bronca que incluye los moderados que en diciembre de 2019 transformaron a Fernández en presidente y ahora están dispuestos a votar a la oposición?
Hay una encuestadora que terminó de procesar los datos ayer a la noche. Muestra a la suma de votos de Diego Santilli y Facundo Manes apenas por encima de los de Victoria Tolosa Paz. Detrás de esas dos fuerzas aparecen, muy lejos, Florencio Randazzo y José Luis Espert. La clave para aventurar un resultado son los indecisos, que llegarían a un 10 por ciento del total. La proyección aritmética y automática le daría a Juntos un triunfo exiguo, por una diferencia de 2 o 3 puntos. Sin embargo el encuestador sospecha que 6 de cada 10 votantes podrían, al final, optar de nuevo por el Frente, con la nariz tapada y la bronca contenida. Y en ese caso, el oficialismo superaría a la oposición por 2 o 3 puntos, también. Es lo mismo que piensa Máximo Kirchner, quien ayer cerró la campaña, desde Bahía Blanca, con uno de los peores discursos de los últimos tiempos. Los hombres y mujeres cercanos al presidente estiran la diferencia hasta los 6 puntos. Cristina Fernández se manifiesta “muy preocupada”. Y Sergio Massa vislumbra un final cabeza a cabeza, voto a voto, con resultado incierto. Habrá más informaciones para este boletín.
Columna de Luis Majul de hoy en Radio Rivadavia