¿Cuántas veces y durante cuánto tiempo se le puede mentir en la cara a millones de personas? Esa es la pregunta que no me pude sacar de la cabeza, antes de acostarme, ayer, después de ver y escuchar el cierre de campaña del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández.

A las mentiras y contradicciones de Alberto se las puede resumir con la foto y los videos del cumpleaños de su compañera, Fabiola Yañez.

Pero los antecedentes que registra son graves, e interminables.

Citaremos aquí solo su posición frente a la muerte del fiscal Alberto Nisman y sus calificaciones al último gobierno de Cristina como patético y a la vicepresidenta como ezquizofrénica. Recordaremos sus contradictorias declaraciones alrededor del contrato con Pfizer, cuya demora produjo miles de muertes evitables.

Aún así, la sarta de mentiras que ella repitió ayer, en menos de una hora, no dejó de sorprenderme.

Veamos:

-Ella sabe muy bien que Macri no es el dueño ni tiene una sola acción en La Nación. Son datos muy fáciles de verificar, igual que se puede confirmar, a través de sus propios dichos, provenientes de las escuchas legales que aparecen en una causa, que ella tiene poder e influencia sobre Cristóbal López y Fabián de Souza, los dueños de C5N.

-Ella aseguró, sin ponerse colorada, que Miguel Angel Pichetto, al gobierno de Macri, le votaba hasta el café con leche. Los registros del Senado demuestran que la cámara baja aprobó el 70 por ciento de los proyectos, pero entre los que rechazó hay dos medulares: la reforma laboral y la reforma política.

-Cristina también pareció olvidar lo que Pichetto y el bloque que comandaba hizo por ella: la mantuvo protegida por sus fueros, para evitar que la metieran presa, como había ordenado el juez federal Claudio Bonadio.

-Ella afirmó que cuando terminó su mandato, el salario promedio de la Argentina, medido en dólares, era el más alto de Latinoamérica, con 589 dólares. Olvidó mencionar un pequeño detalle: lo calculó por el dólar oficial, y con cepo, porque si lo hubiese hecho por el dólar paralelo se podría decir que era uno de los más bajos.

-Cristina volvió a mentir cuando afirmó que se vacunó en tiempo récord a 20 millones de personas. Porque obvió comentar que todavía hay por lo menos 6 millones de vacunas sin aplicar y que el ritmo de vacunación en la provincia de Buenos Aires es uno de los más lentos del país y también de Latinoamérica.

No quién ganará el domingo.

Sí sé que en la Argentina hay gente para todo.

Gente negadora, a la que no la importa la verdad científica ni las evidencias.

Gente que sabe que le están mintiendo, pero le gusta y lo acepta.

Gente lo suficientemente inteligente para saber que le están mintiendo, pero le conviene defender la mentira, porque se beneficia con eso.

Y gente que no se da cuenta que le están mintiendo, desde hace años y años.

Lo que no me entra en la cabeza es como pueden vivir, durante tanto tiempo, sosteniendo mentiras cada vez más evidentes, y con semejante apoyo popular.