Para la campaña de hace 5 minutos, que derivó en la derrota más estrepitosa del kirchnerismo, a alguien se le ocurrió el slogan: “Tenemos que volver a la vida que queremos”.

Pero hace minutos, un reflexivo usuario de twitter, subió este video que mete miedo, de hoy a las tres y media de la tarde, y se preguntó:

¿Esta es la vida que queremos?

Dos facciones de la barra brava de independiente, a los tiros, en pleno centro residencial de Avellaneda, a metros de la entrada de la sede, y con un colegio, el Pío XXII, muy cerquita de ahí.

En serio. ¿Esta es la vida que queremos?

¿Una vicepresidenta, desesperada, obsesionada con sus problemas judiciales, que recurre a un ataque de una agresividad desusada contra un expresidente, con un dos tuit escritos que destilan odio y rencor por donde se los mire?

Y la idea fija de que los medios, y no ella misma, con sus actos de presunta corrupción, enfermaron a su hija Florencia.

¿Esta es la vida que queremos?

Porque para muestra, basta ver lo que le pasó a Daiana, la encargada de un merendero que el domingo en General Rodríguez se atrevió de denunciar, ante La Cornisa que le habían dado apoyo a cambio de una heladera.

Se lo contó ella misma a Patricia Bulrich hoy.

Una pequeña gran muestra delo látigo y la chequera.

¿Esta es la vida que queremos?

¿Con un dólar blue a su máximo valor en lo que va del año, 2021, a 187 pesos y un contado con liqui a 195 pesos, casi 200?

¿Esta es la vida que queremos? ¿Con un gobierno vendiéndote que va a hacer en los próximos 40 días lo que no pudo no quiso hacer en 1 año y 8 meses?

¿Un gobierno que te vende humo diciendo que ahora el jefe de gabinete se levanta más temprano? ¿Uno que está dispuesto a revolear 1.700 millones de pesos por día? ¿Uno que encerró, casi durante un año y medio, a niños, adolescentes y universitarios y ahora los quiere hacer ir a clase los sábados, para mostrar una hiperactividad que no tuvo nunca?

Y otra cosita más:

No te encandiles con los espejitos de colores que la vice nos quiere vender.

Ella promovió a Juan Manzur como jefe de gabinete y a Anibal Fernández como ministro de Seguridad porque intuye que el próximo 14 de noviembre, el Frente de Todos va a volver a ser derrotado.

Entonces Cristina, la responsable real de la derrota, va a tener a quien echarle la culpa. Y va a encontrar la excusa para terminar de copar al gobierno con los chicos de La Cámpora y con Máximo.

Y esta vez, sin ningún disimulo.

Sin ningún filtro.

Sin ningún pudor.

Y si no, pensemos juntos.

¿Para qué bendijo a un jefe de gabinete con un archivo tan controvertido?

¿Para qué convalidó el regreso de Aníbal Fernández, una de las figuras públicas con peor imagen de la Argentina?Porque Aníbal no cambió eh?

Y Cristina tampoco.