Recomiendo dos columnas imperdibles que aparecen hoy en La Nación y Clarín. Una la firma Joaquín Morales Solá y se titula “Máximo Kirchner, el heredero que no aprendió nada”. A la otra la escribe Ignacio Miri. Se centra en el cambio de estrategia del Frente de Todos para recuperar votos. En especial revela la transformación de la conducta personal del presidente.

“Ganar en la derrota” y “discurso zen”, el plan consuelo del oficialismo para a campaña, es el título. La perlita de la nota de Joaquín es la revelación que afirma que Cristina siempre quiso transformar a su hijo en Jefe de Estado. Cita un diálogo entre la ex presidenta y Florencio Randazzo, ocurrido en 2017, cuando le ofreció el primer lugar en la lista de candidatos a diputados, propuesta que el ex ministro rechazó. “Tenemos que ser la transición para que Máximo se convierta en presidente” le habría dicho, palabras más, palabras menos, Cristina a Randazzo. El texto de Miri ofrece detalles de cómo ahora Alberto empezó a tomar, al pie de la letra, las sugerencias del consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí. Cita la admiración del consejero por Sebastián Piñera, el presidente de Chile que, para impresionar a sus interlocutores y provocar la sensación de que los escucha con atención, suele llevar una libretita con distintas lapiceras de colores. En el caso de Máximo, aunque Morales Sola no lo hace explícito, está claro que la nota atraviesa uno de los mitos que se les endilga a los hijos de padres que lograron amasar una fortuna. Como no tuvieron la necesidad de esforzarse para conseguirla, los herederos casi siempre terminan dilapidándola, sin el más mínimo progreso. Y en el caso de Alberto, Miri deja abierto el capítulo de las conclusiones. ¿Podrá Alberto ahora transformado en una especie de monje tibetano recuperar los votos que perdió después de andar a los gritos repartiendo acusaciones contra la oposición y los medios? Dejame anticipar una hipótesis: no se puede pasar de la noche a la mañana de una situación extrema a la otra, sin que la mayoría no lo perciba como un acto de simulación.

Columna de Luis Majul del 6 de octubre de 2021 en Radio Rivadavia