Jorge Luis Borges dijo que los peronistas no son ni buenos ni malos, sino incorregibles. Si hubiese visto la imagen del peronista que ayer, para festejar el día de la lealtad peronista, pisoteó el memorial de los muertos por COVID y arrancó la foto de Solange, la chiquita que murió de cáncer sin poder despedirse de su padre, también habría concluido que algunos de ellos están llenos de odio.
El video completo indigna. Hay que ser muy mala persona o estar demasiado resentido para pisar una y otra vez las piedras que representan a cada uno de los muertos por COVID que los parientes y amigos no pudimos despedir. Parece que el tipo es una autoridad del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. El ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, se apuró a desvincular al peronismo y La Cámpora del hecho. Escribió que las dos personas que arrancaron los carteles en la plaza de Mayo no representaban el espíritu de la convocatoria. Que, por el contrario, el acto estuvo impregnado de amor y lealtad. Alguien debería avisarle que además del video del que pisoteó las piedras y arrancó los carteles, se puede ver otro, donde el jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, ingresa a la Plaza al compás del cantito “Macri/ compadre/ la c….de tu madre”. Completó el panorama del acto Hebe de Bonafini reclamando el no pago de la deuda externa y el ex vicepresidente condenado por corrupción, Amado Boudou, reclamando nuevos impuestos para empresas que según él, se beneficiaron con la pandemia, como Mercado Libre. Menos mal que el Presidente, Alberto Fernández, en un acto de lucidez, decidió no participar de esta movida delirante. Lo hubiera terminado de embarrar y habría afectado, una vez más su investidura, si todavía fuera posible.
Columna de Luis Majul en Radio Rivadavia del 18 de octubre de 2021