(Texto de la columna de apertura de Luis Majul en el programa +Voces por LN+ del 16 de diciembre) Un día, el 9 de marzo de 2009, con la intención de ponerle límites al diario que, con sus críticas, dejaba en evidencia algunos de sus atropellos, Néstor Kirchner, hizo la siguiente y provocativa pregunta:
"¿Qué te pasa Clarín, estás nervioso?”
A Néstor, un verdadero intolerante, no le gustaba que le endilgaran ninguna derrota electoral.
Lo sacaba que lo contradijeran.
Hoy, la misma pregunta se le podría hacer al gobierno, en general y la vice, en particular, después del relevante fallo de la Corte de esta mañana, que declaró inconstitucional a la actual conformación del Consejo de la Magistratura.
Te la hago corta.
Con esta decisión, la posibilidad de Cristina y del oficialismo de nombrar a los fiscales y jueces amigos y evitar su juicio político aunque sean un desastre, quedó, definitivamente, herida de muerte.
Es decir: como escribió Paz Rodríguez Niell, no solo es, para Cristina, una derrota administrativa sino también simbólica y política. Es, agregaríamos nosotros, un límite real al “Vamos por todo”
Ya habrá tiempo de analizar si el fallo de la Corte fue tardío y podría haber sido mejor.
Ahora urge también decir que no solo el gobierno en general y Cristina en particular deberían estar muy nerviosos por esto, sino también porque esta tarde quedó demostrado que la oposición tiene la fuerza para imponer algunas de sus ideas, como la de discutir un nuevo piso para pagar Bienes Personales.
Igual, todavía falta.
Falta, por ejemplo, desarmar la idea de que cualquier denuncia contra Cristina y sus empresarios amigos, forma parte de un plan de persecución sistemático, como declaró hoy Cristóbal López en el juicio que se le seguía por defraudación al Estado.
A propósito:
En un fallo un tanto extraño, en la causa Oil Combustibles, el tribunal oral acaba de, por un lado, condenar al extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, por administración fraudulenta, y, por el otro, absolver a López y De Sousa por el mismo delito.
Los fundamentos se van a conocer recién a mediados de marzo.
¿Pero no parece extraño que, por un lado, condenen a más de cuatro años de prisión al alto funcionario de la AFIP que les otorgó planes de pagos de privilegio a los hombres de negocios y no condenen a López ni a De Sousa, los que usaron el dinero del Impuesto a los Combustibles para comprar empresas y bancos por el equivalente de mil millones de dólares?
Falta, también, que la justicia avance en causas como vialidad, Los Cuadernos de la corrupción, y Hotesur y los Sauces, para reparar la decisión vergonzosa de los jueces Daniel Obligado y Adrián Grunberg, quienes no solo sobreseyeron a toda la familia Kirchner, a Cristóbal y a Lázaro Baez, sino que impidieron que el juicio oral y público se lleve a cabo.
Y más nerviosa todavía Cristina debería estar porque la Cámara Federal de Mar del Plata acaba de determinar que ni el fiscal Carlos Stornelli ni el periodista Daniel Santoro extorsionaron a nadie, a pesar de que ella los acusó con completa liviandad.
Por eso.
Hoy, antes de irte de dormir, pensá que hoy fue un gran día a favor de la independencia del sistema judicial.
Y que las bravuconadas solo les van a servir para convencerse a sí mismos de que son buenos, puros e inocentes.