(Texto de la columna editorial de Luis Majul en la apertura del programa +Voces por LN+ del 8 de febrero de 2022) ¿Cuántos dirigentes y militantes “extraviados” tiene el peronismo, el Kirchnerismo, la Cámpora y el gobierno en general?
Si te ponés a pensar con detenimiento, son más los dirigentes absurdos, disparatados o irracionales que los capacitados o eficaces para sacar un país adelante.
¿Por dónde querés empezar?
¿Por Cristina, con sus cartas bomba, por el general Urien, al revolucionario de Lago Escondido?
¿Por máximo, nuestro Che Guevara de mentirita, con una cuenta de más de 400 millones de pesos, o por Aníbal Fernández, con sus animaladas e insultos seriales, y su inutilidad de gestión?
¿Por dónde querés empezar? ¿Por el presidente Alberto Fernández, que se puede confesar hincha fanático de Boca o barra brava de River a los cinco minutos siguientes o por Jorge Rachid, otro miembro de la patrulla perdida combatiendo desde Lago Escondido, el mismo cachivache que la supuesta intención de Pfizer de pedir los glaciares a cambio de la vacuna?
Antes de asumir, fuentes muy cercanas al presidente, entonces electo, pretendió convencernos a un grupo de periodistas, que Cristina se iba a quedar en su casa cuidando a Florencia y tejiendo escarpines para sus nietos.
Todavía no había terminado de asumir, y ya estaba siendo condicionado por otro delirante tiempo completo, Juan Grabois.
El presidente, llamaba entonces, a los Grabois de la vida, “lobos solitarios”. Dirigentes sin ningún peso político, territorial o discursivo.
Hoy Grabois maneja una caja de, por lo menos 5 mil millones de pesos.
Y sus diputados van a votar en contra del acuerdo con el FMI.
Ahora…¿ te pusiste a pensar en la cantidad de lobos supuestamente solitarios y el daño que le hacen al gobierno y al país?
Desde Amado Boudou hasta Luis D´elía.
Desde Hebe de Bonafini y hasta el impresentable de Dady Brieva, quien acompañó a Cristina en la última fiesta de fin de año.
Pero lo más grave de todo, no es la cantidad la dirigentes extraviados que tienen voz e influencia en el Frente de Todos.
Los más grave de todo es que destruyen la economía y cualquier consenso mínimo que se pueda alcanzar. Y que lo hacen con nivel de agresividad, desprecio y soberbia que te dejan helado.
El ejemplo más acabado es, hasta que aparezca otro peor, el de Fernanda Vallejos, una Cristina más rústica y maleducada, pero con las mismas ideas rectoras.
Cada vez que la escucho me preocupo más.
Porque el gobierno está loteado. Entonces lo atraviesan, en las primeras, segundas y terceras líneas, personajes como ella.
Y a los que suponen que esto es inocuo, deténganse en los 8 mil millones de dólares que perdió el estado por no haber acordado con el FMI al principio de la gestión, con todas las ventajas, por el capricho de Cristina y los chicos grandes de la Cámpora.
O recuerden a los 20 mil muertos por covid que pudieron haberse salvado si se hubiera firmado el contrato con Pfizer en tiempo y forma.
O las más de 20 mil pymes que cerraron.
O los millones de pobres e indigentes que se sumaron desde diciembre de 2019.
O el brutal ajuste a los jubilados, otra de las promesas de campaña que se pasaron por donde ya sabemos.
Pero, por sobre todas las cosas, piensen que estos extraviados son expertos en una sola cosa: ganar las elecciones, sea como sea:
Así que no te dejes engañar, cuando te digan que los que estamos locos somos nosotros.