(texto y video completo de la columna editorial presentada hoy por Luis Majul en la edición de La Cornisa) De entre todos “los misiles” que disparó Cristina el viernes, hay una frase que quedará marcada a fuego. Se la debe encuadrar en la categoría “sincericidio”. Es la que reconoce que la fórmula contra natura que ella misma pergeñó resultó un fraude.

Una decepción.

Una estafa a los votantes.

(video: “Esta es mi mayor preocupación y también mi mayor sensación de amargura: la confianza que nos depositaron. Los anhelos, las esperanzas y la verdad que creo que no le estamos haciendo honor a tanta confianza, tanto amor y tanta esperanza que depositaron.”)

Fue un monólogo egocéntrico y dañino, pero repleto de señales. Con otro fuerte ataque contra los medios. Por ejemplo: ahora sabemos que a ella le molesta mucho que Nelson Castro la defina como una persona “mala”. Y que ve La Nación más. Que le presta especial atención a nuestros “pases”. Y también al recurso de ir al diccionario para entender el significado de las palabras.

Apropósito. Estos son los sinónimos de fraude:

* Estafa

* ardid

* trapisonda

* engaño

* trampa

* timo

* malversación

* falseamiento

* adulteración.

* mentira.

Tiene razón Cristina.

Ella y Alberto Fernández defraudaron al electorado.

Mintieron.

Malversaron nuestras expectativas.

Nos engañaron con su ardid de la fórmula trucha.

Iban a volver para ser mejores. Volvieron para descuajeringarnos la vida.

Iba a volver el asado, pero volvió la polenta.

Iban a aumentar los ingresos a los jubilados. Los están empobreciendo cada día más.

Iban a cuidarnos durante la pandemia, pero nos encerraron. Y encima destruyeron la economía, mientras ellos hacían fiestas y actos políticos VIP.

Iban a impulsar la mayor campaña de vacunación del planeta, pero terminaron vacunándose primero ellos. Como si fueran de una raza superior.

Desde Zannini y Verbitsky y hasta los empleados de Cristina en sus casas de El Calafate y Santa Cruz. Desde el ministro Guzmán hasta la ex becaria militante de la municipalidad de Avellaneda Estefanía Purita Díaz. Desde el ministro de Cultura Tristán Bauer hasta los amigos del ex ministro Ginés González García.

Íbamos a ser los campeones mundiales de la fabricación de vacunas, y terminamos con Máximo Kirchner dándonos clase de por qué no teníamos que comprar la Pfizer, lo que provocó miles de muertes evitables.

Iban a garantizarnos la seguridad, pero impulsaron la liberación de presos.

Presos como Alejandro Miguel Ochoa, el motochorro que tironeó de la cartera de la psicóloga María Rosa Daglio, en Ramos Mejía.

María Rosa murió como consecuencia de los golpes durante la caída.

Iban a ser un gobierno de científicos, inclusivo. Pero solo mostraron la inclusión de mentirita a través de la incorporación de la letra “e” para el uso del género.

Iban a devolvernos la felicidad que perdimos durante el gobierno de “Ah pero Macri”. En cambio terminaron recreando al dúo Pimpinela K, que el viernes estrenó una nueva canción, a la que le falta todavía la música, y cuyo título podría ser:

“Alberto: no te hagas la víctima”

(video: “La gente está muy mal… Por eso lo único que les pido es que nadie se haga la víctima, que acá la única víctima son los que no llegan a fin de mes, no tienen laburo, no tienen para darle de comer a los hijos y los tienen que llevar a un colegio de vuelta para que les den un plato de sopa o de carne)

Chocolate por la noticia, Cristina.

La gente está muy mal.

Todos estamos muy mal.

Los que tenemos trabajo, formal, mal pago.

Los que tienen trabajo informal, peor remunerado todavía.

Los sin trabajo.

Pero se olvidó de recordar que usted fue la que nos metió en este despelote.

Por supuesto: hay millones de argentinos que están podridos de casi todo lo que usted dice y lo que usted hace.

Muchos no la quieren ver ni escuchar ni leer más.

Pero es inevitable.

Porque ella, la Reina, sigue manejando los hilos, mientras la Argentina se hace pelota.

Porque Cristina, el viernes, lanzó el globo de ensayo de su candidatura.

Porque planea, según nuestras fuentes muy bien informadas, un adelantamiento de las elecciones para marzo.

Parece que ella descuenta que Macri competirá.

Que entonces ella le ganará en las provincias de gobernadores peronistas vitalicios. Y, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Porque aprovechará los votos que eventualmente le podría quitar a Juntos Javier Milei.

Además, en las próximas horas sucederán hechos que pueden traer graves consecuencias.

·Mañana el presidente viajará a Europa, y la vice, se quedará a cargo del Poder Ejecutivo durante cuatro días.

·A mitad de semana se conocerá el nuevo índice de inflación de alrededor del 6 por ciento, que impactará fuerte en el gabinete.

·También darán comienzo las audiencias públicas para definir el aumento de las tarifas de luz y gas.

Y esto llevará más tensión a la interna tóxica de este gobierno anómalo.

·Habrá, también, el próximo miércoles, una marcha que promete ser multitudinaria. La están organizando dirigentes sociales y piqueteros que confluirán desde todo el país hasta para pedir más planes y más dinero del Estado.

Pero también:

·Aumentará, con mucha potencia, la incertidumbre sobre el rumbo de la economía y del gobierno.

·Porque Cristina, Máximo y los chicos de la Cámpora han decidido instalar una agenda de política económica paralela.

·¿Cómo lo están haciendo? Con el nuevo proyecto previsional y el pedido de anticipar las cuotas del salario mínimo vital y móvil, lo que provocaría un enorme estruendo en las cuentas del Estado.

Información, análisis y opinión.

Eso nos importa compartir con vos.

No detenernos en el dato de si Cristina se viste de fuxia o de blanco, a menos que se trate de una decisión política para enviar un mensaje a la sociedad.

Nos importa más, por ejemplo, los datos aportados hoy por Nico Wiñazki, en Clarín. Los que dicen que con las cajas del PAMI y de la Anses, La Cámpora financia a 4.500 militantes.

Vamos de nuevo: 4.500 militantes.

Ahí tenés otra mentira para desarmar.

Porque la vice quiere hacernos creer que no son cajas políticas.

(video: "Lo que más me duele es otro tipo de argumentaciones que escuché por ahí, que ya no provienen de los periodistas. Y es sobre las cajas. ¿A qué funcionario se le ocurrió hacer operaciones en off definiendo a determinadas funciones y estamentos de la administración pública como cajas?”)

No sé qué funcionario se le puede ocurrir, pero la verdad es que funcionan como cajas, Cristina.

Como conchabo de una militancia cada vez menos idealista y más corrompida, señora.

Que viven de los impuestos que pagamos nosotros.

Con gente yendo a los actos que usted organiza, sin la más mínima idea de porqué los convocó.