(Texto y video de la columna de Luis Majul del 22 de junio de 2022 en La Nación Más) Con el país a la deriva, Alberto y Cristina acaban de ingresar a la zona más peligrosa de todas: la de la interna salvaje; a matar o morir.
Cristina irrumpió muy fuerte contra la base de sustentación del presidente: les dio para que tengan a los gerentes de la pobreza Pérsico y Chino Navarro. Ni siquiera le importó demasiado que en el camino pudiera lastimar a su amigo Juan Grabois y los socios de Máximo, Belliboni y Gabriel Solano.
Y enseguida, Luis D’Elía que es Alberto Fernández, se atrevió a atacar a la vice, como nunca antes había sucedido.
Le faltó nada para decirle corrupta o enriquecida de manera ilegal. Como verán, el periodismo militante está desorientado.
Si hasta Diego Brancatelli no sabía cómo parar a Guillermo Moreno, hasta hace un par de años, incondicional de la jefa.
Lo de Moreno da un poco de vergüencita.
Porque fue el que rompió las estadísticas del INDEC.
Es como si Jack El destripador nos diera clases de economía ¿no?
Si Alberto y Cristina se siguen atacando así, no será extraño, que, en muy pocas horas, vuelvan al punto de partida, hace varios años ya.
A cuando no se soportaban y no lo disimulaban. A cuando ella le decía traidor y lobista de YPF y él le respondía: todo lo que hizo Cristina en la mitad de su segundo gobierno es deplorable.
Como si ambos fueran protagonistas de la recordada serie “El túnel del tiempo”.
El país está sin brújula. Extraviado.
Y eso explica la irrupción de SuperBerni, junto a su perra Bona, bajando de un helicóptero para interrumpir un piquete de transportistas de carga al grito de “García, llamá a la grúa”.
¿Qué papelón no?
Un nivel de sobreactuación superlativo.
¿Por qué no harán lo mismo con los piqueteros que vienen desde la provincia a la ciudad a romper todo?
¿Hay violaciones a la libertad de tránsito buenas y violaciones a la libertad de tránsito malas?
¿Y que piden los dueños de los camiones que no dependen ni quieren a Moyano?
El normal abastecimiento de gasoil.
Que no les vendan las cubiertas con sobreprecios.
Que no los asfixien con nuevos impuestos.
Que las tarifas sean proporcionales a la suba de combustibles.
Es decir: que el gobierno deje de romper la economía.
Pero la economía está rota por donde la mires.
Hoy el dólar blue volvió a su máximo histórico: 224 pesos.
El riesgo país tocó los 2.235 puntos básicos, el valor más alto desde agosto de 2020, un mes antes de que el gobierno reestructurara la deuda con privados.
La inflación del mes que viene ya tiene un piso de 5 puntos y la distorsión de precios es cada día más notable.
No es el único aspecto en el que el gobierno parece a la deriva.
Las últimas noticias sobre el avión iraní y su tripulación siguen dejando al presidente, el titular de la AFI, Agustín Rossi, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y todos los funcionarios de la Cámpora responsables del tráfico aéreo en el peor de los mundos, donde conviven de la ignorancia, la incapacidad y la complicidad.
La embajada de Israel en Uruguay explicó que la aeronave está involucrada de manera directa, en el tráfico de armas” para Siria y Hezblolah.
La fiscal Cecilia Incardona encontró 10 inconsistencias que la están llevando a investigar a toda la tripulación por presunto terrorismo.
Entre las más importantes se encuentra el hallazgo de una credencial a nombre del comandante de vuelo, Gholamreza Ghasemi, con la sigla de la empresa Qeshm Fars, señalada por Estados Unidos como una herramienta terrorista.
También la sospecha de que el vuelo a Buenos Aires fuera “un ensayo para el envío de bienes y dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento y organización”.
Además, en el celular de Ghasemi, encontraron fotos de misiles, tanques y banderas contra Israel. También imágenes de cuando era más joven y tenía relación con Al Quds.
Y como si esto fuera poco, Cristina, acorralada por la justicia, está dispuesta a romper todo.
Ya sabe que tendrá que sentarse otra vez en el banquillo de los acusados.
Ya le dijeron que la acusación del fiscal Diego Luciani, no solamente será abrumadora sino que dejará poco resquicio para que pueda blandir la excusa del lawfare, el partido judicial o la persecución del gobierno anterior o de los medios de comunicación.
Ella entendió hace tiempo que el Presidente no iba a poder cumplir con la parte del trato que implicaba su impunidad.
Por eso hoy lo volvió a hostigar con el uso de la lapicera.
Por eso está dispuesta a romper todo.
Y no le importa arruinarnos la vida a millones y millones de argentinos.