(texto de la columna de Luis Majul en la emisión de ayer del programa +Voces por LN+) Todo indica que después del durísimo y preciso alegato de Diego Luciani, Cristina no va a zafar de ser primero acusada, y luego condenada.
Incluso es probable que los fiscales Luciani y Sergio Mola terminen pidiendo la pena máxima: 16 años de prisión, para la jefa de la banda criminal a la que hoy acusaron de buscar su propia impunidad.
Luciani exhibió la evidencia a la que Cristina más temía.
La que demostró que ella estaba al tanto de todo: el plan limpiemos todo urgente.
La prueba que da por tierra su defensa de “¿Cómo se puede pensar que yo me voy a ocupar del detalle de a quien se le entrega una obra o una ruta, y si se le paga, si se la termina o no?
Bien.
Esos mensajes demostraron que así.
Que, como nos dijo en su momento Leo Fariña, hablando de cómo lavaba dinero para Lázaro:
“Cristina sabía. De Vido sabía. Todos sabían. Y todos se hicieron ricos”.
Por otra parte, y el mismo tiempo, todo hace prever que el designado ministro Sergio Massa, no va a hacer ningún ajustazo, como sería imprescindible, sino un nuevo “Plan aguantar”.
Porque ni el tiempo ni los límites que le va imponer Cristina se lo van a permitir.
Hasta el mismo Carlos Melconián, dijo que el dólar blue va a volver a subir si Massa no agarra la motosierra para plantear un ajustazo de entrada.
En realidad, hoy, subió una vez más, y rompió la tendencia a la baja.
·9 pesos el dólar blue, lo que lo elevó a 291 pesos
·Y volvió a superar la barrera de los 2.400 puntos básicos el riego país.
Melconián, que viene siguiendo la evolución de la economía, vaticinó que, aquí y ahora, el ministro designado no está en condiciones de presentar un pan de estabilidad.
Pero, antes de volver a las medidas que anunciará Massa, empecemos a demoler, una a una, las mentiras de Cristina sobre que no era ni amiga ni socia de Lázaro Báez.
O las de Alberto, diciendo que no lo conocía.
Y atenti, porque Luciani, también podría usar, y sostener como prueba, los dichos del chofer de los Cuadernos de la corrupción, Oscar Centeno.
Centeno confesó que empezó a escribir los cuadernos a partir de 2004 y que dejó de hacerlo en 2010. ¿Por qué? Porque pensó que la muerte de Néstor interrumpiría los viajes y su registro.
Pero el chofer agregó que retomó la escritura en 2012, con Cristina en pleno ejercicio de sus funciones. Y declaró, también, que siguió transportando, hasta fines de 2015, bolsos con dinero, a la Casa Rosada, la Quinta de Olivos y el edificio de la esquina de Uruguay y Arenales, donde todavía vive Cristina.
¿Pero qué hizo Luciani?
Tomó los datos originales de la denuncia madre: la que presentaron en 2008 Lilita Carrió, Paula OLivetto, Mariana Zuvic y Fernando Iglesias entre otros. Y contó con , lujo de detalles:
· Cómo Lázaro Báez, que era un administrativo de banco, fundó una empresa constructora casi al mismo tiempo en que Kirchner asumió como presidente.
· Cómo Austral fue ganando las licitaciones, de manera irregular.
· Cómo fue absorbiendo y haciendo quebrar a otras constructoras, como Kank y Costilla, y Gotti.
· Cómo cobraba antes que nadie, y no terminaba la mayoría de las obras y rutas.
· Como la familia Kirchner se iba enriqueciendo; comprando hoteles y simulando el alquiler de las habitaciones.
Para que te des una idea.
Desde 2003 a 2015, Lázaro habría cobrado del Estado el equivalente a más de mil millones de dólares.
De hecho, en su momento, el fiscal Guillermo Marijuán le embargó una fortuna cercana a los 250 millones de dólares.
Y en la misma causa, la ruta del dinero k, se probó que Báez lavó en el exterior, por lo menos 60 millones de dólares.
Lázaro sigue gozando de prisión domiciliaria, en una casa con quincho y pileta, en el oeste del gran Buenos Aires.
Entre las preocupaciones que embargan a Cristina, una es que un día Báez se levante mal, y cuente todo lo que sabe.
¿También habrá sido el pánico lo que hizo que la vice aceptara tomarse una foto (mostrar foto) con Massa en su despacho del Senado?
El domingo, en La Cornisa, te anticipamos la hoja de ruta de cuatro ejes en la que trabaja el equipo del ex intendente.
Para hacerla corta:
1. Recomposición de reservas. Massa ya estaría negociando un “repo” con bancos internacionales. (El repo es una operación de recompra en el que una entidad financiera vende a un inversor un activo con el compromiso de comprarlo en una fecha determinada a un precio prefijado).
2. Disciplina fiscal para ordenar el gasto público. Recorte de subsidios. ¿En qué áreas? Todavía no lo anticiparon. Si nos dijeron que lo anunciaría el próximo jueves.
3. Recuperación del ingreso: ¿Cuánto? Lo que se haya perdido por inflación. ¿Cómo? Con medidas como bonos o sumas fijas. Para el sector privado y el personal transitorio. Ya comenzaron a hablar de esto con la UIA y la CGT.
4. Orden y transparencia en el otorgamiento de los planes sociales. Detectaron que el gasto en planes representa el 1.9 por ciento del PBI. Quieren peinarlos y presentar un mecanismo puente hacia un puesto de trabajo en el sector privado y formal.
También piensan en ofrecer un dólar soja, más cerca de 300 que de 200 pesos.
No parece suficiente.
Como tampoco le parece suficiente, a Cristina, el atronador silencio de Alberto, y también el de Massa, sobre su gravísima situación judicial.