(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 4 de mayo de 2023 en 8AM por en LN+) Un acuerdo entre tramposos. El desastre en que ha sumido a la Argentina el acuerdo entre tramposos entre Alberto, Cristina y Massa va a ser difícil de revertir en los próximos años. Los resultados están a la vista. Una economía que está a punto de volar por los aires:

Con un dólar a casi 500 pesos.
Una inflación anual que será, por lo menos, del 120 por ciento.
La mitad de los argentinos sumidos en la pobreza.
Una caída del salario promedio del 50 por ciento, desde 2017 hasta acá.
Y la moneda completamente destruida, perdiendo valor minuto a minuto.

Si pensás que es una exageración, escuchá y mirá la explicación del influencer mexicano Luisito Comunica, con un billete argentino y un dólar en la mano, hablando de nuestro país como si fuese Venezuela, en el medio de la calle Florida.

El acuerdo entre tramposos protege a los tres jugadores de la mutua traición, pero a los argentinos nos deja patas para arriba. En efecto, los tres conservan una enorme capacidad de daño sobre el otro y sobre el país.

Alberto, a pesar de haber sido humillado y vapuleado desde el primer día, todavía tiene la alternativa de renunciar y hacer volar todo por los aires.
De hecho, amenazó con hacerlo no hace mucho, y eso frenó una última embestida de Cristina para obligarlo a eliminar las PASO.
Además, todavía puede usar la lapicera como un arma poderosa: para firmar o no firmar los cheques de las partidas discrecionales.

En el caso de Massa, la situación no es muy diferente. Su poder de daño radica, igual que Alberto, en su amenaza de renunciar, y que también termine todo volando por los aires.

El futuro que tenía pensado para sí no le sonríe: con la inflación de abril que podría empezar con 8, y sin dólares, la única carta que le queda es convertirse en candidato a la fuerza, presentándose como el hombre que evitó las dos tragedias: la de una derrota histórica del peronismo y la del estallido económico y social.

Ninguna de las dos cosas son ciertas, pero ya sabés: lo único que hacen bien los peronistas es venderte gato por liebre, y convencer a su feligresía de que le están poniendo el caviar en la boca.

¿Y qué hará Cristina, la tercera jugadora con más votos, cuya capacidad de daño es mayor, todavía que la de Alberto y la de Massa, porque su odio y su rencor son todavía más grandes? Dicen que ahora está dudando en ungir al ministro de Economía como lo hizo en 2019 con Alberto Fernández, y explora de nuevo la posibilidad de bendecir a Wado de Pedro o a Axel Kicillof.

Como se ve, siguen viviendo en medio de una nube de gases, sosteniendo un acuerdo de tramposos, mientras los argentinos sobrevivimos como podemos, rezando para que las próximas elecciones sean mañana.

Por Luis Majul