(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 31 de mayo de 2023 en LN+) Democracia o dictadura. Entre las cosas que se van a votar en octubre en la Argentina, una de las más importantes es el apoyo a las democracias o a las dictaduras del mundo. Es decir: la opción de hierro que ya venía planteando Joe Biden cuando enfrentó y le ganó a Donald Trump en los Estados Unidos.
Venezuela es, claramente, una dictadura. Es un gobierno que persigue, tortura y asesina a quienes se oponen al régimen. Es el país de América Latina con más exiliados políticos y económicos de la región. Y ayer, en la cumbre convocada por Brasil para la integración regional, se lo dijeron a Lula da Silva en la cara tanto el presidente de Chile, Gabriel Boric, como el de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
A Boric se lo considera de izquierda, a Lacalle Pou de centro derecha, pero los argumentos de uno y otro están atravesados por el sentido común. Miremos y escuchemos lo que dijo Boric y tomemos el vivo de Instagram del presidente de Uruguay. Lo tuvo que ejecutar él mismo, porque el autoritario Lula no permitió que se transmitiera por televisión.
¿Qué clase de mamarracho somos como país? ¿Qué clase de mamarracho tenemos como presidente? Ayer, Fernández se abrazó con el dictador que habla con los pajaritos, pero hace unos pocos años decía y hacía todo lo contrario.
En las dictaduras a los medios y a los periodistas no se los respeta. Se los persigue, se los silencia y a veces, también, se los mata. Ayer, en la cumbre de Brasilia, un custodio de Maduro le puso la mano en el pecho a una periodista brasileña y la empujó, algo inaceptable en cualquier democracia del mundo.
Entre las cosas que hay para endilgarle al peor gobierno argentino desde 1983 hasta la fecha, es su coqueteo con Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, y una innumerable cantidad de gobiernos que no respetan la democracia, la vida y los derechos humanos. Y esto incluye a Alberto, a Cristina Kirchner y a Sergio Massa también, porque si quiere gobernar un país, debería decir claramente de qué lado está.
¿O en este asunto tan delicado, también borrará con el codo lo que escribió con la mano, como con los chicos grandes de la Cámpora, los ñoquis que estaba dispuesto a barrer, e incluso a meterlos presos?
Por Luis Majul