(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 15 de junio de 2023 en LN+) El caso Cecilia preocupa a Unión por la Patria. Al borde del cierre de las alianzas, los cráneos del nuevo frente Unión por la Patria empezaron a preocuparse seriamente por las consecuencias del femicidio de Cecilia en el Chaco. La multitudinaria marcha de ayer, en la plaza central de Resistencia, y la tenacidad de su mamá, Gloria Romero, no solo impactan en la provincia que gobierna Jorge Capitanich, donde este domingo se van a celebrar las PASO.
Además, atraviesan a todo el peronismo, siempre asociado con la violencia, la prepotencia y la impunidad, incluidas las desapariciones y los femicidios. Digámoslo una vez más: todo hace suponer que Cecilia fue asesinada por su pareja, César Sena, en coautoría con su padre, Emerenciano Sena, su madre, Marcela Acuña, quien anoche comenzó una huelga de hambre, y se autopercibe como una presa política.
La figura Sena remite a lo peor del peronismo en el poder:
A Milagro Sala, presa en su domicilio de Jujuy, acusada de corrupción y sospechosa de haber atacado y con inusitada violencia a varias personas, incluso hasta hacerles perder la vida.
A la causa Sueños Compartidos, en la que se probó que Madres de Plaza de Mayo y Sergio Schoklender se apropiaron de fondos del Estado en vez de hacer las casas que prometieron.
Al caso María Soledad, donde el poder político intentó encubrir un asesinato macabro, perpetrado por los hijos del poder.
A la causa que tiene el exgobernador de Tucumán, José Alperovich, procesado por abuso sexual agravado contra su propia sobrina, perpetrado en el despacho del Senado de la Nación, cuya llave maestra está en poder de Cristina Kirchner.
Por eso, ahora Capitanich no sabe cómo sacarse de la espalda semejante mochila. Por eso el gobernador habló en las últimas horas con el presidente, quien sigue las noticias sobre el caso con renovado interés. No vaya a ser cosa que, distraídos como están, ya conocido el nuevo índice de inflación, y en un enfrentamiento salvaje por los lugares en las listas, el hartazgo social se los lleve a todos puestos, y los dejen con menos votos de los que parecen tener.
El Frente de Todos acaba de morir, de muerte natural, era más de lo de siempre. Lo mismo que proponen para el futuro. Lo llamen Frente para la Victoria, Unidad Ciudadana y Unión por la Patria también. Pero cuando todavía no nació el nuevo sello, un caso Santiago Maldonado, pero el revés, los acaba de poner de nuevo frente a su propio espejo; un espejo de violencia, negocios sucios y encubrimiento.
¿Y si el hartazgo que todavía no explotó, empieza a manifestarse por ahí? Por lo pronto, ayer, en Resistencia, igual que en Catamarca y Jujuy, miles de personas empezaron a gritar que están perdiendo el miedo.
Por Luis Majul