(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 20 de junio de 2023 en LN+) Juego sucio. A pocas horas del cierre de listas, el peronismo vuelve a jugar sucio. Hacia adentro y hacia fuera. Hacia adentro, tratando de impedir que Alberto Fernández, a través de Daniel Scioli, compita contra [Sergio] Massa, Wado de Pedro, o Axel Kicillof. Tratando de que Cristina pueda ungir con el dedo a un candidato único.
Sin debate interno de campaña. Sin fisuras que puedan terminar en un verdadero desastre.
Aníbal Fernández, quien acaba de recordar que hizo todos los trabajos que Cristina le pidió, fue contundente y agresivo, y le pegó en el centro de gravedad a la vice y a La Cámpora. Para ser más precisos, le mandó a decir a Máximo en la cara:
“Denunciarte ante la junta electoral no es lawfare”.
“Una cosa es la Corte y otra cosa la justicia electoral”.
“O me abrís las listas al 30% o te vuelvo loco de acá a la fecha de celebración de las PASO”.
Parece que Cristina está muy inquieta. Y no solo porque todavía no termina de elegir entre Massa, Wado y “el chiquito”. Lo que acaba de suceder en Chaco la afecta, y mucho. Como todo el mundo sabe, Emerenciano Sena es Capitanich. Y Capitanich es Cristina. Por eso.
Detrás de la desaparición de Cecilia Strzyzovski hay una sospecha que atraviesa a todo el peronismo, incluida la vicepresidente. La sospecha de que son capaces de cualquier cosa para mantenerse en el poder. De jugar demasiado sucio.
Por ejemplo, de elegir como socios políticos a dirigentes violentos y grupos de choque que, además de manejar plata del Estado como si fuera propia, son capaces de meter miedo. Incluso de matar a otras personas. Como Emerenciano Sena, Marcela Acuña y su hijo, César Sena.
Como Milagro Sala, con prisión domiciliaria y uno de los cerebros de los grupos de choque que ahora presionan a Gerardo Morales, con la excusa de la reforma de la Constitución y que apuntan a plantar otro Santiago Maldonado en la provincia de Jujuy.
Parece que el caradura de Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos, viajó a Jujuy con una comitiva de una decena de personas, que incluso habría usado el Tango 04 y otros recursos que pagamos con la nuestra. En vez de estar trabajando para la aparición con vida de Cecilia, trata de desestabilizar a Morales, porque supone que así afectan a toda la oposición, incluido Horacio Rodríguez Larreta.
En las últimas horas, en cambio, Juntos por el Cambio consiguió dos postales de unidad. Una fue la foto de los dos candidatos que obtuvieron más votos en el Chaco. Y otra fue el tuit de Patricia Bullrich bancando a Morales, su adversario en la interna y probable candidato a vice del jefe de Gobierno de la Ciudad.
También en la oposición están deshojando la margarita. Tienen tiempo hasta el sábado. Larreta duda entre [Gerardo] Morales y [Facundo] Manes, confía más en el gobernador que en el neurocientífico. Patricia tendrá que elegir entre Luis Naidenoff, Maxi Abad y Luis Petri. Dicen que no le entusiasma ninguno de los tres. Cree que todos los votos son de ella. Y se prepara para una campaña muy intensa.
Por Luis Majul