(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 31 de julio de 2023 en LN+) El apretadísimo triunfo por un poco más de un punto y medio de Ignacio Torres por sobre Juan Pablo Luque en Chubut ayer (domingo) es una gran noticia para Juntos por el Cambio y una muy mala noticia para Unión por la Patria. Por varias razones:
Torres, de 35 años, además de convertirse en el gobernador más joven de la Argentina, logró romper la hegemonía del peronismo después de 20 años, y le permite soñar a la oposición con la posibilidad de gobernar por lo menos 10 provincias.
Torres es uno de los pocos candidatos a gobernador que pidió y logró el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, y coronó su triunfo con una foto de unidad que hace ilusionar al principal partido de la oposición, a pesar de las evidentes diferencias entre el jefe de gobierno de la Ciudad y la ministra de Seguridad.
Torres le pudo ganar a Luque, entre otras cosas, por la pésima gestión de Mariano Arcioni, un hombre del ministro y candidato Sergio Massa, a quien muchos en la provincia comparan su trabajo con el del presidente Alberto Fernández, y por eso le huyen.
Chubut es, en este contexto, y para muchos, una copia en menor escala de lo que representa la República Argentina. Se trata de la provincia con menos días de clases en todo el país: un promedio de solo 50 días sobre 180 en los tres últimos años. Y también es la provincia con mayor deuda por habitante de la Argentina, a pesar de los recursos naturales con los que cuenta.
En Chubut, un candidato de Milei, logró alzarse con el tercer puesto, obteniendo casi el 14 por ciento de los votos.
Ese dato, y el alto porcentaje de voto no positivo, entre la abstención y los votos recurridos, son los más salientes, al margen del triunfo de Juntos por el Cambio.
Y el último dato es el que coloca al peronismo en el peor de los mundos: el del derrotado que no sabe perder, y recurre a cualquier artilugio para evitar la confirmación del resultado.
Si Juntos no quiere perder en los escritorios lo que está ganando en la calle, sus fiscales deberán estar muy atentos, porque en la provincia de Buenos Aires no va a ser tan fácil evitar el voto cadena y la posibilidad de microfraudes que pongan en riesgo un hipotético triunfo de la oposición.
Por Luis Majul