(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 28 de agosto de 2023 en LN+) Devaluación y plan platita. Un poco de pan para hoy y mucha hambre para mañana. Massa primero te mete la mano en el bolsillo y después juega a Papá Noel con la nuestra. El ministro te pone miguelitos en el asfalto y acto seguido te vende los parches para arreglar la rueda.
Ese fue el tono de las reacciones de los dirigentes de la oposición frente al nuevo plan platita de Massa. Desde Javier Milei llamando al paquete de medidas keynesianismo modelo Ford T y preguntándose si esto estalla antes o después de la elección. Hasta Patricia Bullrich advirtiendo que Massa tomó las medidas para empujar su candidatura, pero que la inflación se las va a comer en pocos días.
Parece obvio. Las consultoras dicen que para agosto se espera una inflación de entre el 10 y el 12 por ciento. Los analistas de mercado sostienen que todos los dólares del cepo van a seguir subiendo, porque la mayoría de los argentinos quieren sacarse los pesos de encima. Y que esa tendencia se acrecentará a medida que se acerque la fecha de la elección.
Massa prometió, de manera informal, que el tipo de cambio oficial se va a mantener, hasta octubre, en $365.50 y que el precio de los combustibles no va a aumentar hasta que se conozca el resultado de la primera vuelta. Pero la realidad, todos los días, le pega un nuevo cachetazo.
Los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires ya la anticiparon que harán todo lo posible por defender el voto, pero ninguno descartó la distribución de boletas de Néstor Grindetti o de Carolina Píparo, porque ninguno come vidrio.
Los gobernadores le prometen salir a hacer campaña, pero le reclaman, a cambio, que les anticipe todo el dinero que puedan. Es decir: piden al ministro y candidato un plan platita para cada provincia peronista. Fondos discrecionales a sola firma. Los mismos fondos discrecionales que Milei anticipó que no les suministrará. O que usará como una herramienta de castigo si los diputados y senadores de las provincias no le aprueban sus proyectos, en el caso de que asuma la presidencia de la Nación.
Por su parte, Patricia Bullrich espera el sí de Carlos Melconian para presentarlo como su futuro ministro de Economía. Y también para que salga a criticar a Massa, poner en ridículo las propuestas de Milei y anticipar cómo va a bajar la inflación y ordenar la economía. Bullrich intenta ordenarse para recuperar por lo menos dos millones de los votos de los once millones de argentinos que no concurrieron a las urnas.
En un trabajo cualitativo que todavía no terminó, sus asesores detectaron que hay una porción de argentinos que le tienen miedo a Milei y que no creen en la palabra de Massa. Se encuentran en la provincia de Buenos Aires y los centros urbanos donde a los candidatos a gobernador de Juntos por el Cambio les fue bien, o mas o menos bien: Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires.
La candidata también habló con Mauricio Macri y le pidió que se ponga a disposición para jugar como mejor le convenga a la organización política que él mismo fundó. El expresidente ya la anticipó que hará lo que ella le pida. Desde instalarse en la provincia de Córdoba, si de verdad lo cree necesario, hasta empezar a criticar a Milei, por sus características personales.
Por Luis Majul