(Por Equipo de Investigación de La Cornisa) Después del anticipo exclusivo del domingo pasado en La Cornisa, sobre la caída de Adrián Almaráz, uno de los capos de juego clandestino en la provincia de Buenos Aires, algunos analistas superficiales delimitaron la noticia a la sección sociedad, haciendo alusión a los pasadores de juego y la quiniela barrial.
Pero un nuevo informe de La Cornisa logró mostrar el costado más oscuro y más pesado ya que el juego clandestino representa la mayor caja de la política de la provincia de Buenos Aires. Y porque además, el ataque a los capos del juego clandestino está generando el peor de los efectos colaterales: el crecimiento repentino de la ola de inseguridad que viene afectando a la provincia de Buenos Aires en la última semana.
Estos son los números del fenómeno.
Según fuentes oficiales de la Lotería de la provincia, todo el juego representa 900 mil millones de pesos por años.
Solo el juego de la quiniela, representa el 70 por ciento de la recaudación total. Es decir unos 630 mil millones de pesos pagan los bonaerenses anualmente por este juego de los números.
La recaudación legal es de 150 mil millones.
Pero la ilegal es 5 veces mayor. Es decir 750 mil millones de pesos por año.
De nuevo: 750 mil millones de pesos que deberían ir a las arcas del Estado y sin embargo se la reparten entre los capitalistas del juego ilegal, los jefes policiales corruptos y que, se sospecha, habría llegado, hasta diciembre de 2015, hasta lo más alto de la política, incluida la gobernación. La provincia tiene 135 distritos.
Y los investigadores descubrieron que, desplegados en todo el territorio existen, al menos, 100 grandes capitalistas, divididos en tres grandes grupos, por el nivel de recaudación.
Unos, los más grandes y pesados, llegarían a manejar 1.000 millones de pesos por año cada uno.
Y el grupo de capos del juego más pequeño. Manejaría alrededor de 300 millones de pesos por año cada uno.
A este grupo pertenecería Almaraz, quien tendría bajo su ala a entre 200 y 300 pasadores de quiniela.
Los investigadores de Lotería y el ministerio de Seguridad identifican cuatro modalidades de asociación entre capitalistas del juego y los policías. Una es el clásico pago por protección.
Acá el capitalista de juego paga a las dependencias policiales por no ser denunciado.
Este el típico caso de Almaraz, quien de manera sorpresiva, horas después del informe de La Cornisa reconoció ser responsable del cohecho: “Yo le pago a la policía…!"
La segunda es cuando la policía está adentro y se asocia directamente al capitalista del juego.
Es el caso del negocio de Lotería y quiniela clandestina de Malvinas, en General Rodríguez en donde se detectó, denunció y atrapó una banda mixta integrada por dos policías en actividad –uno era un subcomisario- y un capitalista de la zona.
Y la tercera asociación es cuando los policías que antes daban protección, se retiran de su cargo público y se quedan con el negocio, transformándose en capitalistas del juego ellos mismos.
Se trata de los ex comisarios generales Pablo Casas y Jorge Campos, investigados por el financiamiento y organización de juego clandestino en Bolívar. Ambos están acusados por enriquecimiento ilícito y por dirigir la red de juego ilegal.
“Casas viajaba por el mundo y tenía 5 empresas y sociedades: un sanatorio, una agropecuaria y una prestadora de servicios hoteleros, una financiera y una mutual”. Los investigadores le dijeron a La Cornisa que los grandes capitalistas tienen su ascenso social cuando desde la banca del juego clandestino pasan a tener financieras (con las que dan préstamos a quienes se endeudan por el juego), luego adquieren inmobiliarias, hoteles y sociedades para lavar el dinero negro, más tarde maquinaria viales y hasta casas y campos.
Un dato más: desde que detuvieron a Almaraz, las agencias legales de juego de Morón están recaudando un millón y medio de pesos más por día. Esto significa aproximadamente 500 millones de pesos por año que van a Desarrollo Social, al Ministerio de Salud, Educación y Seguridad.
Capitalistas de cuello blanco
Otra opción de juego clandestino acaba de descubrirse en algunos sitios oficiales. Lejos de los garitos o locales clandestinos en donde funcionan garitos, bingos, casinos y agencias de loterías ilegales, los “capitalistas de cuello blanco” se infiltran dentro de lugares habilitados y levantan apuestas paralelas e ilegales. Esto pasó hace pocos días en el Hipódromo de San Isidro en donde los investigadores del Ministerio de Seguridad que trabajan en Lotería de la Provincia descubrieron a “levantadores de apuestas” recorriendo el lugar y haciendo su negocio. Por esto fueron detenidos 8 individuos acusados de “confeccionar apuestas ilegales paralelas”