Hay, entre Cristina Fernández y Hugo Moyano, antes que nada, algo personal. Una evidente cuestión de piel que ambos quieren disfrazar con distintas máscaras, pero que contiene, en lo esencial, un mutuo y profundo desprecio. Para empezar, la Presidenta considera al sindicalista un machista recalcitrante. Y para seguir, el líder de la CGT interpreta que una de las grandes causas de su imposibilidad de diálogo con la jefa de Estado es, precisamente, su condición de mujer. “Con Néstor era más fácil. Podíamos discutir por asuntos concretos, pero jugábamos de memoria y tocábamos de primera”, suele decir
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