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Esta es una historia de espías y apretadores. Si no fuera tan tenebrosa, sería apasionante. Tiene rigurosa actualidad, porque cuando explote, también afectará la causa del supuesto espionaje ilegal que tramite al juez federal de Lomas, Juan Pablo Auge. Escuchá, porque mete miedo.

Luis Majul: "Quisieron meternos presos, lo van a intentar de nuevo" - Editorial emitido en La Cornisa el domingo 5 de julio de 2020, por LN+

Esto es en defensa propia. Y para terminar con la mentira.

Hace más de 40 años que trabajo como periodista. Escribí varios libros de investigación donde se revelaron decenas de casos de corrupción. Con nombre y apellido. Jamás fui condenado por publicar un dato falso. Durante los últimos diez años, tuve que dedicar parte de mi energía en defenderme de acusaciones falsas. Me acusaron de evadir impuestos. Fui ampliamente sobreseído. Intentaron silenciarme quitándome, de un día para el otro, la misma publicidad que recibían todos los medios. No pudieron. La Corte Suprema terminó fallando a nuestro favor, lo que sentó un precedente en la materia. He recibido acusaciones tan delirantes que fueron desestimadas in límine. He soportado campañas públicas de intimidación que incluyeron pegatinas ilegales de afiches, especiales en televisión, amenazas en mi teléfono personal e intentos de agresiones físicas. Las denunciamos ante la justicia, como corresponde.

Columna de Luis Majul en el programa Mirá (lo que te digo) por la señal La Nación Más el 2 de julio de 2020. 

El Presidente Alberto Fernández cree que el juicio sobre el supuesto espionaje ilegal durante el gobierno de Macri es “un mamarracho”. Dice que no está al tanto de los detalles, pero desea que nadie lo vincule, ni de manera tangencial, con las decisiones del juez Federico Villena. De hecho, ordenó a sus ministros que no dijeran una palabra ni opinaran sobre el expediente. “Ni a favor, ni en contra, ni para decir ni mu”, reconocieron fuentes cercanas al jefe de Estado.

(Columna publicada en diario La Nación) La estrategia de demolición de periodistas tiene una potencia inusitada y recursos abundantes. La desproporción de fuerzas es abrumadora. De un lado, una sola persona. Del otro, un "grupo de tareas" integrado por una enorme cantidad de individuos y organizaciones diversas. Desde la líder del partido oficialista y vicepresidenta de la Nación , en la primera línea de fuego, hasta lúmpenes que cobran de un Estado municipal por escrachar de manera virtual y física al periodista elegido como blanco de turno.

Ayer en su programa Mirá (lo que te digo) por la señal La Nación Más, Luis Majul presentó una columna editorial con el siguiente título: "Algo huele mal en la causa por presunto espionaje ilegal". El periodista en su comentario señaló de manera categórica que la mencionada causa "tiene mucho olor a podrido". 

Hoy, el periodista Joaquín Morales Solá, se pregunta, en su equilibrada columna, porqué el Presidente no se pronuncia sobre los asuntos que están enrareciendo la convivencia democrática. Desde las amenazas y agresiones a periodistas hasta los ataques a los silobosas, incluidas, por supuesto, los pedidos de Luis Delía y Juan Pablo Pata Medina de asesinar al expresidente Mauricio Macri. El título de la nota tiene cuatro palabras: “Los silencios del Presidente”.

La nota de Perfil señala que la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas emitió un comunicado alertando "ataques" al periodismo por parte de actores políticos, y destacó la carta que recibió de parte del periodista Luis Majul, quien relató "una serie de ataques de sectores políticos y sindicales contra su persona"