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Los economistas de la Argentina tienen opiniones encontradas sobre la negociación de la deuda externa cuyo día D, entre otros, sería hoy. Unos como Hernán Lacunza, dicen que sería un desastre. Porque no solo el Estado, también las empresas pasarían años enteros sin recibir un crédito del exterior. Otros, como Roberto Cachanosky, sostiene que hace tiempo que estamos en default. Y que, en realidad, estamos más que en default. “Estamos en quiebra”, nos dijo hace unas horas en Mirá.

Ayer en su programa Mirá por la señal La Nación Más, Luis Majul presentó una columna editorial con el siguiente título: "Cristina amenaza a los jueces y Alberto llama inmorales a quienes lo critican". En la misma el periodista se refirió al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a algunas acciones de los mencionados en el marco de la pandemia: "Cristina se siente más allá del bien y del mal", afirmó Mjaul en su exposición. 

Está claro cómo y cuándo se saldrá de la cuarentena. No será igual para todo el país. Y cada distrito tendrá sus particularidades. Pero ya se sabe que más amplia será la reapertura a medida que el distrito se acerque a una cifra pretederminada. La cifra que demuestre que el número de contagios se duplica cada 25 días. Hay una confusión sobre el dato: si bien la tasa de duplicación en todo el país ya habría llegado a 26.7 días, en áreas como la ciudad de Buenos Aires todavía no habría alcanzado los 15 días.

La Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires frenó la salida masiva de presos desde la cárcel para volver a sus casas. Sin embargo, por ahora, no regresarán a prisión quienes fueron beneficiados por el insensato hábeas corpus generalizado concedido por el juez kirchnerista de la Casación, Víctor Violini. Los casos de abusadores que aparecen hoy en los medios de comunicación no se pueden ni siquiera detallar, de tan aberrantes que se perciben.

El Presidente intenta salir del laberinto por arriba. Después de la peor semana desde que asumió, afectado todavía por los cacelorazos de la semana pasada, dio un par de pistas de cómo piensa hacerlo en la entrevista que condededió a Maru Dufard y Luciana Geuna. Alberto está convencido de que la cuarentena estricta no va más. Ahora estudia cómo “desarmarla” de manera ordenada y paulatina. También sabe que la suerte de su gestión no solo se juega por las decisiones sanitarias que tome, sino al éxito de las negociaciones por la deuda.

¿Por qué el Presidente no se rebela ante el avance de Cristina Fernández y los dirigentes de La Cámpora en el medio de la pandemia? “Porque tiene otras prioridades, como la lucha contra el virus y la salida del canje dentro de dos semanas”, me respondió alguien que lo ve todos los días.

En la emisión de hoy del programa La Cornisa por la señal La Nación Más, Luis Majul presentó una columna editorial con el siguiente título: ¿Alberto Fernández no quiere o Cristina no lo deja?. En la misma el periodista se refirió al Presidente de la Nación y planteó un interrogante: ¿no lo dejan gobernar de acuerdo a lo que serían sus convicciones? 

Una denuncia de La Cornisa sobre la ANSES provocó la primera baja en el gobierno. Sin embargo todavía hay más de un millón de personas sin cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (EFI). El próximo domingo 3 de mayo a las 21, en una nueva edición de La Cornisa por La Nación +, se van a dar a conocer otros dos escándalos que salpican a la Administración Nacional de Seguridad Social: “Los defraudados” y “Los estafados”.

El despido de Alejandro Vanoli de la ANSES, la reacción tardía para quitarse de encima el mote de “sacapresos” y la muletilla de echarle la culpa a los medios y las redes sociales cada vez que las papas queman, demuestran que el gobierno nacional está en su peor momento desde que se declaró la pandemia. Fortalecido y con una altísima adhesión al declarar, en tiempo y forma, el aislamiento social obligatorio -una de las cuarentenas que, hasta ahora, se ha demostrado como una de las más eficaces del mundo- la administración se empezó a complicar cada día más a la hora de instrumentar medidas concretas.

No se puede ni se debe jugar con las expectativas de la gente. No se puede ni se debe, desde el poder o desde la oposición, jugar al gato y al ratón, porque la mentira tiene patas cortas. Y las medias verdades también. Alguien con autoridad, el Presidente, la vicepresidenta o el gobernador de la provincia, tienen que salir a decir cuál es la política sobre los presos y el coronavirus. A lo largo y a lo ancho del país y en el distrito más populoso de la Argentina.